Érase una vez una princesa hermosísima que vivía en su majestuoso castillo con su padre el rey y con su madre la reina y llevaba una vida muy feliz y serena, le llamaban Blanca nieves porque tenia una piel blanca y radiante como la nieve y era la mas bella del reino. Las mujeres le envidiaban por su pelo negro que parecía a la oscuridad de la noche y por sus ojos verdes que se colgaban en su cara como dos esplendidas y brillantes esmeraldas y por sus labios rojos que diseñaban la forma de un generoso corazón. En total, su belleza y dulzura reunidas hacían de ella un angelito humano.
Un mal día, su madre la reina tuvo una enfermedad muy grave que acabo con su vida pocos días después. En aquel día, la vida de la princesa cambio de golpe, su padre se caso con una mujer, cierto bella, pero que era malísima y celosa de la bella princesa, la consideraba como su enemiga y rival y la odiaba de una fuerza terrible hasta pensar en eliminarla de su vida.
En una ocasión, la nueva reina propuso a Blanca nieves dar un paseo y llevó a esta última al bosque. Y allí, le dio una manzana venenosa que había preparado dos días antes. Entonces, con el primer bocado, la pobre princesa cayó en el suelo y murió, o por lo menos, eso pensó la malintencionada que voló de alegría pensando que por fin se había convertido en la más bella del reino.
El príncipe del castillo vecino estaba de paseo en el bosque cuando de repente vio a un ángel tumbado por el suelo, no resistió a la tentación de besar a esa criatura angelical que capturó su corazón desde el primer instante.
En aquel preciso momento, la princesa se levantó de su desmayo y contó todo al príncipe que la llevó a su castillo y le propuso casarse con él.
A las dos semanas, en el otro castillo, la madrastra se puso su mejor vestido y se dirigió a la ceremonia de boda del príncipe vecino, tan feliz de ser la más bella.
Al entrar al salón en el que se hallaban los invitados, la mala mujer se dio cuenta, de repente, de que la novia no era más que Blanca nieves. El choque fue tan grande que acabó con su vida. Por su parte los novios pasaron una fiesta agradable y vivieron felices.
¡Finalmente la bondad vence a la maldad! ¡Y los celos matan! “
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1 comentario:
El cuento: Blancanieves
Comentario
Es verdad que uno de los grandes defectos humanos está el narcisismo, los celos, el deseo de sentirse superior a los otros. Veces estos deseos” defectos”, permanecen interiorizados, ver controlados por el individuo. Pero, también, estos mismos sentimientos se exteriorizan y se transforman a veces en una verdadera energía malsana y astuta que quema los otros, y que termina por lo quemar si mismo.
Otmane laazouzi
B2.2
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